The wall

Un poco de todo para matar la horanalga

22.10.10

Lola, nariz de botón

Lo más sano, así lo MÁS sano es llorar... a veces como Magdalena sin control y se siente rico. Hoy es uno de esos días en los que me hace falta. 

Cuando fui a Liverpool, por mucha insistencia de mi mamá, la escogí porque era la más grande de entre 15 cachorros peludos y hermosos, era la más despeinada y estaba sola en una esquina. Había muchos niños viendo a los demás perritos y a ella nadie la pelaba. La sacaron para que la viera y era dura y estaba asustada. La cargué y no me dejaba verla, se estiraba para que nuestras narices chocaran. A fin de cuentas le dije a mi mamá: me la llevo por que a ella nadie la va a querer más que yo.

Llegamos a mi casa, y después de jugar un rato, se cansó muy rápido y se fue a echar. Se suponía que iba a ser un cachorro juguetón y no, se echó: estaba enferma. Mi madre me hizo regresarla y dejarla en la vitrina con los veterinarios de Liverpool. Lloré todo el camino de regreso pensando que no la iba volver a ver. Era peluda, tiesa, no muy lista. Parecía monstruo comegalletas, ladraba raro, y no era ni pequeña ni grande. Pero lo mejor del caso es que era mía. Tres días después me hablaron para decirme que tenía moquillo y que no estaban seguros de que hacer.  A los 17 años las cosas son raras, eres adulta pero a fin de cuentas sigues siendo una mocosa e hice berrinche. Pasaron los días y me llamaron para decirme que podía pasar a recogerla. Corrí por ella y regresó a mi vida, corrimos, nos enojamos, nos mordimos, nos dimos beso de esquimal, comimos, nos consolamos, nos escuchamos, jugamos, nos ladramos y el día de hoy se volvió a ir. 

Llegó a la conclusión de que fue buena conmigo y quiero creer que yo fui buena con ella. Hoy se llevó un gran pedazo de mi corazón, porque desde ese día que la vi con su nariz de botón, se lo ganó. 

Adiós mi nariz de botón, sabes que te quiero y todos te vamos a extrañar. Yo más que nadie.

25.3.10

Cuando sea grande quiero ser como Peter Pan

Ya decía yo que los 26 estaban más graves que los 25. Esos pegaron, pero estos me están matando. Sólo como pequeño resumen de las tragedias acontecidas en el último mes y medio digamos que perdí a dos y se sumo uno más.

Todavía no lo proceso muy bien pero creo que este año nos hicimos adultos y, aunque me gustaría decir que no me di cuenta a que horas pasó, no puedo. Se perfectamente cuando pasó. Changos, cero me gusta y en verdad que yo si quiero ser como Peter Pan. No quiero responsabilidades, no quiero pláticas sosas de gente grande, no quiero pensar en que todas mis amigas tienen novio y que yo, por andar en la pendeja y por "divertirme", no. No quiero saber que pronto me tendré que ir de casa de papá para ser independiente y hacerme bolas yo solita. No quiero darme cuenta de que, poco a poco, mis amigos se van lejos de aquí y que las amistades de disuelven. No quiero afrontar el hecho de que se empiezan a hacer menos las borracheras de 6 días con crudas todavía más largas. No quiero. 

Me lo dijeron bien hace rato, el pedo es que todo esto yo lo pasé antes de tiempo y que cuando me dieron los 20 me dio la madurez, madurez que no me correspondía, madurez que no debí de haber tomado. Creo que no la podemos llamar madurez, más bien fue ceguera y necedad. Perdí el tiempo con mis niñas y hoy me arrepiento. Lo que si quiero es no pensar en estas estupideces otra vez en mucho rato y dejarme del drama. Lo que si quiero es ser como Peter Pan cuando sea grande.

22.3.10

Karma is a bitch.

Pues según el diccionario el karma es una energía metafísica, invisible e inmensurable, que se deriva de los actos de las personas. Pero para quitarnos de complicaciones yo tengo mi propia definición: "si haces chingaderas, chingaderas te harán".

Ahora, lo difícil de todo esto, es que no siempre estamos consientes cuando hacemos chingaderas, a veces hacemos chingaderas sin querer queriendo, y a fin de cuentas esas chingaderas vienen de regreso. No estoy absolutamente segura de cómo funcione el sistema, pero por lo general, el castigo o pago es justo y la mayoría de las veces necesario. El ir por la vida preguntándose ¿por qué yo y por qué a mi? es inútil, mi respuesta es muy sencilla: ¿Por qué yo? Porque te lo merecías. ¿Por qué a mi? Bien que sabes, no te hagas wey.

Lo anterior no quiere decir que uno vaya por la vida en calidad de Madre Teresa de Calculta, hay veces en las que la gandallés es inevitable y pues ni modo, más bien creo que el chiste es hacer la menor cantidad de maldades o no quejarse de las maldades que nos toquen de regreso.

Estoy casi segura de que la mitad del mundo me va a tirar de a loca, pero yo si creo en el karma y después de haber perdido mi celular este fin de semana sólo me diré a mi misma: "Date de santos que lo que perdiste fue el celular y no la cordura, de seguro te quemas en el infierno".


17.3.10

Todos + uno

Ya somos muchos en este mundo, pero creo que uno más que seguramente va a ser querido, consentido, malcriado y arruinado no importa.

Me dió la noticia hoy mi hermana y hasta me regaño por querer gritarlo a los cuatro vientos. Lo siento. No es mi culpa que estas cosas me emocionen. Eso te pasa por contarmelo así.

Se supone que para noviembre seremos ya ocho. Lo único que me trae colgada de la lámpara es la pregunta del día: ¿Y tú para cuando?... ñaaaa... Ya lo dije y lo repito mil veces, hasta que no encuentre al príncipe azul ni lo pienso.

Sólo quería escribirlo para acordarme siempre de que día supe que iba a ser tía por segunda vez.

11.3.10

La vida es mejor cantando

Cual canción de los mini timibiriches, esos que nos caían bien y ahora nos dan nostalgia -no se hagan, bien que se las saben todas-, efectivamente, la vida es mejor cantando. 

No me puedo imaginar algún momento relevante de mi vida sin música, inclusive los malos muy malos también tienen su canción y por lo general esas son más pegadoras y dramáticas. Siempre vas a encontrar esa rola, ya sea cumbia, mariachi, metal o indie, que quede perfecta para el momento y con la que se te mueva todo por dentro. Todos tenemos un grupo favorito y siempre existe esa canción, de acuerdo con tu estado de ánimo, que puedes escuchar hasta que se empieza a rayar -inclusive si es en un ipod-.

Piénsenlo, ese es el nacimiento de los soundtracks de las películas. La vida sin música nada más no funciona. El que me diga ahorita que nunca se ha parado enfrente del espejo con el cepillo cual micrófono en mano y ha cantado a todo pulmón su canción favorita del momento, puede dejar de leer ahorita mismo, pedir disculpas e irse. Aquí diremos de todo menos mentiras. 

Todo esto va por dos razones:
1. Hoy por la mañana venía atorada en el tráfico y el ipod se puso de buenas, escogió D.A.N.C.E de Justice para el semáforo de Altavista y Revolución. Yo cantaba y cantaba a todo pulmón, obviamente con el vidrio abajo, encima de todo, casi al final me aventé ese pasito simpaticón que nunca falla. Se acaba la canción y la pareja que venía en el coche de al lado de mi me aplaudió mientras se reían de lo ridícula que me veía. Primero me puse un poco colorada y después solté la carcajada, por que sinceramente chin chin el que no haya cantado en el tráfico, aunque sea la hora de Luismiguel -si, aquí Luismiguel se escribe todojunto-.

2. El verme tan tonta cantando en el tráfico me puso a pensar en cual sería el soundtrack de mi vida, y llegué a la conclusión de que son demasiados los momentos y demasiadas las canciones como para que quepa todo en un doble disco con booklet con las letras, edición limitada. Así que les dejo la lista de las que, para mi gusto, son las mejores canciones soundtrackeables -si, también inventamos palabras-. Disfrútenlas.

MGMT - Electric feel



Lykke Li - I'm good, I'm gone




Broken Social Scene - It's all gonna break




Kings of Convenience - Boat Behind





Them Crooked Vultures - Gunman



Y para cerrar clásico de clásicos:

Blind Melon - No rain

10.3.10

En blanco

Pues resulta ser que ahora tengo más tiempo libre del que me gustaría tener, espero que sólo sea por unas semanas en lo que "le agarro la onda" a esto del mundo Godinez.

Llevo ya tiempo que quiero escribir otra vez, y digo otra vez por que cuando era chiquilla me encantaba enfrentarme a la hoja en blanco y garabatear los cuentos de hadas (no, no de hadas, me cagan las hadas, prefiero a las brujas) que existen en mi cabeza. A la fecha ese mundo sigue existiendo, no lo he matado ni lo he mandado callar, sólo que ahora los protagonistas son otros y yo no soy ninguna heroína salvando a nadie de las garras del evil monster. Espero que poco a poco me desoxide y pueda vaciar aquí todo lo que me da vueltas y que no me atrevo a decir frente a frente.

Si alguien lee esto, será por error, pero espero que por lo menos maten la hora nalga y se rían un ratito de las bobadas que pasan por mi cabeza.